22.12.09

Les presentamos a los músicos más jóvenes de Projazz

En Chile los niños no quieren ser analfabetos musicales

*Por Paula Carmona

La música para los niños es un lugar sin prejuicios aún, donde la intuición es el boleto para emprender un viaje sin mayores pretensiones, como una locomotora despreocupada viajando por los rieles, a la que solo hay que estar echando carbón al fuego para avanzar.


Para presentar el ensamble de niños de Projazz, partiré por su conductor Marcelo Nieto, a quien pude observar el día de mi visita al ensamble, él con admirable dedicación y tranquilidad es quien echa carbón al fuego. Y sus tripulantes son pequeños, entre 5 y 11 años. Es hermoso observar tantas personalidades distintas entre si, en su estado más puro. Cada uno cumpliendo un rol en la sonoridad total desde lo espontáneo y genuino, y digamos que no es fácil pues los niños hacen lo que quieren (porque de eso se trata ser niño) si una no quiere tocar no toca, otra quiere ir donde su papá, otro lanza lejos las baquetas a cada rato, otra debe ir al baño, y solo los más grandes se ve que dominan el cuento de resistir con su concentración hasta el final de la clase y se ocupan de mantener el barco a flote, es la ley natural de liderazgo de los que tienen mas experiencia y sabiduría.

El resultado se escucha como un carboncillo que puede llegar a ser un diamante, la alquimia presente en cada uno se hace notar con la voluntad, porque cada uno es mago de sí mismo, y los niños más que nadie creen en la magia. Y eso se ve cuando tocan y entran en el trance musical, cuando se concentran y todos van sonando en la misma dirección.

Luna, de 11 años y silenciosa como la luna, con su guitarra acústica atiende maravillosamente al grupo y al profesor, lo intenta una y otra vez. Camila de 8 años, toca delicadamente las teclas del piano sin hacer otro sonido que el de sus manos. Gabriel toca la batería cerrando los ojos en el esfuerzo de no equivocarse y le gustan los peces, y su hermanita Montserrat es la más pequeña del grupo, toca el piano y canta en una inquieta interpretación. Julieta de 7 años también canta y toca el piano con harto carácter de niña líder. Benjamín de mirada hermosa tiene 11 años y es un próximo tremendo guitarrista, su madre lo ve tocando todo el día en casa, y acá en el ensamble se hace notar con su guitarra eléctrica y su excelente intuición. Por último Nahuel de 9 años es un niño privilegiado musicalmente, lleva un año tocando su instrumento y ya parece ser pianista, le gusta la música clásica y habla de acordes enseñándole a sus compañeros. Esta fue la tripulación abordo el día de mi visita, cuando tocaban apasionadamente “We will rock you” (Queen), “Billie Jean” (Michael Jackson), y “Osito Gominola” (el hit bailable de los niños) interpretada con mucho groove por Nahuel en la voz.

Esperamos que estos niños sigan en la locomotora musical y jugando con sus instrumentos, lo importante no es llegar a ser una estrella sino viajar por la música de las constelaciones, porque despertar este lenguaje los puede llevar a cualquier destino hablando un idioma universal, idioma además celebrado por cualquier persona con un mínimo de alegría.

Gracias a los padres de estos niños por la iniciativa de traerlos a jugar la música en un ensamble especial para ellos.


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