30.11.09

Andy Baeza. “Ser bidireccional”

*Entevista, por Paula Carmona



Para hacer una lectura del jazz y otros estilos se debiera partir de la propia experiencia individual, para que no suene a mal calco de una imagen lejana y superpuesta. Entonces, más bien quisiera hacer un recorrido por la historia de un profesor de Projazz, para entender la motivación de hacer jazz. Porque no se puede olvidar de dónde venimos para saber lo que estamos haciendo. Y no siempre es fácil conectar con ese punto de partida, en el que encontramos, alguna vez, el lugar más cómodo para la expresión. En teatro hay una frase que se refiere a que quien encuentra su lugar en el espacio y la postura adecuada de su cuerpo, la voz y la emoción aparecerán correctamente. Creo que este principio corre para cualquier forma de expresión artística, y más cotidianamente en todo ámbito de la comunicación.

En algunos casos, el germen creativo partió en casa, en la edad de la infancia, cuando todos fuimos absorbidos por el juego. Al menos este es el caso de Andy Baeza. quién me compartió, más o menos, como ha experimentado la música.

¿Puedes hacer una pequeña biografía musical?
Partí en la casa, con mis primos y mi hermano que eran fanáticos de la música. Yo tenía 6 o 7 años y me metía en la pieza a escuchar música con ellos, Frank Zappa, Jimy Hendrix, harta psicodelia. También veían hartas películas. Aparte de eso había en el barrio una orquesta conocida y en el living de la casa tenían una batería, yo siempre que pasaba la miraba. En el colegio también tuve la suerte de tener un profesor súper pila que me permitió hacer percusión en el tiempo en que el colegio se hacía flauta o guitarra… él me permitió llevar baquetas.
En la media ya sabía que quería seguir con la batería… antes, en la básica quería ser dibujante de Hanna Barbera.
Desde chico tuve la capacidad de conectar con cosas creativas en mi cabeza y eso responde a un montón de cosas posteriores, ya más grande con la misma música.
En el colegio empecé a tomar clases particulares con distinta gente, ahí vino toda una etapa, entre tercero y cuarto medio empezaron a venir hartos músicos conocidos de jazz a los que había que ir; Pat Metheny, Chick Corea, Stanley Clarke, Jean-Luc Ponty.
Saliendo del colegio entré a estudiar a la Universidad Católica Percusión clásica. Desde antes ya venia entrenado en la batería, pero en ese tiempo no existían escuelas de música popular.

¿Sobre tus referentes?
Al principio quien gatilló hartas cosas fue Frank Zappa, que en ese tiempo tenía una cantidad de discos considerables, y entre esos discos escuché con mis primos una pieza para un cuarteto de percusión que se llama “The black page”, y ese disco tenia una cantidad de información rítmica que siempre fue como un misterio para mí, y empecé a investigar acerca de la gente que tocaba ahí. Me empecé a encontrar con que esa gente se topaba con alguna gente del jazz, con algunas otras de música contemporánea. Todas esas cosas me fueron atrayendo y conectaba perfectamente con lo que yo quería hacer, que era estudiar percusión, pero tocar batería.
Eso por un lado que tiene harto que ver con las sonoridades, era un rock, al que no le llamaría ni progresivo ni experimental, sino más bien bidireccional. Esa fue una gran influencia desde chico hasta ya grandote.
Entre mis géneros siempre estuvo el rock. Era absolutamente inevitable en esa época no hacerse parte del rock pesado, pero también tenía que ver con que la única oportunidad de tocar batería era unirme a grupos donde se tocara rock pesado, el jazz en esa época era una cuestión súper lejana.
Mi influencia fue toda esta veta del rock bidireccional, como digo yo, no me gusta llamarla progresiva, para mi es música creativa. No me gusta ponerle apellido, si era jazz, rock, no me importa lo que me atraen son las sonoridades. Después de pasar esa primera etapa literal, pasó a ser interesante la parte timbrística, la parte rítmica, siempre me llamó la fuerza de los ritmos, y las posibilidades de timbres, escuchaba como sonaba la batería con un bombo, con cuatro bombos, con diez toms con dos platillos, con veinte platillos, la batería tiene muchos formatos, muchas posibilidades que pertenecen a tu propia personalidad.

¿Quiénes fueron tus influencias en la batería?
Probablemente los dos bateristas que más me influenciaron cuando chico fue Willie Valenzuela de Fulano y Tilo González, Alejandro Espinosa también me gustaba harto.

Y ¿Cuándo empezaste a tocar jazz?
En el colegio tuve mis primeros coqueteos con el jazz. Empecé a practicarlo de frentón ya grande. Cuando mis amigos rockeros ya no me pescaban porque me estaba gustando el jazz, me molestaban, me decían cosas como “el jazz es el único estilo donde tú te equivocas y te aplauden”.

Desde ahora mirando hacia atrás ¿cómo se vivía el jazz en el tiempo en que estudiabas?
Se vivía pero por todas las características de la época (toques de queda y todo eso) se vivía a un nivel mucho más pequeño que la apertura que hay ahora. Pero también me acuerdo que en la época del colegio ir constantemente al Goethe, al Chileno Norteamericano.Lo que no había en ese tiempo era algo más masivo.

¿Era más intelectual?
Yo creo que sí. La gente lo llevó para el lado intelectual. Yo creo que en el jazz o en cualquier rama lo intelectual va por dentro. He conocido gente que aparentemente no es intelectual y que finalmente son más intelectuales que cualquier otro que se ponga barba larga, o lentes onderos… De mala forma se intelectualizó un poco. Yo en lo personal no he pescado mucho. Se forman grupos de personas inevitablemente, pero eso ha pasado toda la vida en todas partes, y va a seguir pasando, son tendencias, se tienen que formar igual, pero ya no lo veo como algo intelectual, al principio había ganas de ser intelectual, era algo cool tocar jazz, es horrible esa postura. Es cuento de uno hacer música para expresar lo que quieres expresar, el musicólogo es la persona adecuada para intelectualizar, no los músicos. Como vas a ser tú, si piensas tanto las cosas.

¿Hasta qué punto eres fiel a tus ideales en tu oficio de ser músico?
Siempre 110%. Mis ideales son hacer buena música, bajo los criterios que yo me he planteado hasta ahora: honestidad, innovación. Hacer cosas que realmente siento que tengo que hacer, sin cuestionamiento económico, intelectual o ideológico, lo ligo a esas tres cosas pero cuando finalmente decido lo que me gusta, y quiero expresar a través de ese canal, que no tengo idea probablemente de cómo se hace, pero lo quiero hacer. Otros ideales serían mejorar el nivel de nuestro país, y el nivel que tengo. Está relacionado directamente con la enseñanza, no solo a nivel técnico, sino conceptual se podría decir; Más allá de tocar notas, o sea de actitud, de profesionalismo. El término de elevar el nivel es algo que se tiene que hablar a puertas abiertas, y hay que ser asertivo en lo que entregas, y yo soy súper quisquilloso con eso, con mis alumnos yo trato de ir más allá de los ejercicios de la pagina treinta, les hablo de las experiencias, es como un guía o un hermano mayor. Ese es un ideal, es algo que tengo súper presente. Poder dejar bien parado el nombre del músico, Probablemente porque uno siempre se encuentra con que te preguntan ¿Qué profesión tienes? Músico ¿ah, pero que a que te dedicas? Eso es típico, y yo no quiero escuchar más eso. Por eso a veces se discuten un montón de temas como los lugares donde tocar, las leyes que hay, que se rigen para los artistas. Hay que poner atención con eso, y a veces nos pasa la cuenta.

¿Qué podrías decir acerca del público de jazz?
En mi experiencia, tengo la suerte que he visto buena recepción. Lo que digo, que esta multidireccionalidad me ha llevado a hacer cosas muy distintas, cosas extremas: música improvisada con el Ramiro Molina, sin tener ningún precedente de forma, melodía, armonía ni ritmo, hasta tocar cosas dentro del jazz, que está mucho más cercana a la gente como lo que hacemos con el Ángel Parra trío, o con Valentín Trujillo, que va pintando en lo bailable, y para la gente. Entonces el abanico de subgéneros dentro del género del jazz que yo me he propuesto abarcar ha sido súper enriquecedor, y los públicos que he visto en cada uno de esos subgéneros nos han dado buena recepción, porque ha sido el público indicado. En el fondo cuando hay mala recepción del público es porque no ha sido el público indicado. Y no estoy diciendo que sea tonto, o cerrado, sino que no ha tenido, o no se ha dejado tener la experiencia de conectar con esa música. Creo que a una persona que no le gusta en lo más mínimo el jazz, la tomas le pagas un pasaje, la llevas a un ambiente indicado, al lugar indicado, con el grupo indicado, esa persona va a conectar con esa música porque va dejar abrir ciertos canales. A mí me pasó con la música afrocubana, no sé si me atraía mucho. Hasta que vi algo y dije “oh oh!”. También David Ortega, un baterista y percusionista cubano me ayudó a cautivarme más.
Eso con los públicos, yo creo que el público es un poquito flojo, si no le gustan algunas cosas del jazz porque escuchan la retaguardia, y creen que eso es jazz, o al revés, escuchan grupos muy modernos y piensan que eso es jazz, y clasifican todos los géneros que hay dentro del jazz como uno solo, y eso es un error. Hay muchos estilos. Entonces para mí, el público que va a escuchar jazz es público que se ha dado más el tiempo para conocer el estilo, o los estilos

¿Qué quisieras entregar tú con la música?
Felicidad, que la gente lo pase bien. Si un niño me ve tocar batería, ojalá le den ganas de tocar batería, no me interesa mucho más. Bajo las estéticas que sean no me interesa mucho más.

No eres prejuicioso con los estilos, me he dado cuenta.
No me creo el jazzista cool, no estoy ni ahí con eso. Me gusta mucha música.

…Sin embargo el jazz es tu primer hogar…
Sí, porque musicalmente, es lo que única y exclusivamente a mi me interesa, va por ahí lo que a mí más me cautiva. Porque veo el nivel técnico, el nivel interpretativo, porque me gusta y eso hace que vuelva y compre el disco, viaje 20.000 kilómetros a ver tal artista… es la pasión por esos sonidos. Pero hay otras cosas dentro de otros estilos, que me hacen sentir lo mismo: el R&B, el funk, el buen rock, la música Indie, Radiohead. Los fui a ver, y el concepto Radiohead lo disfruté igual que los conciertos de jazz en New York. Hoy ya no tengo esa barrera. Y por suerte lo pude definir como músico para poder prestar servicio para quien me llame, si alguien quiere que toque pop, toco pop.
Tiene que ver con sacarse de encima el rol, no jugar a ser el ídolo, sino actuar como “por la chucha” uno es. Que no tiene nada que ver con como es uno como músico.



Yo también tengo mi vida y mi mundo, por eso no me aproblema tocar con uno o con otro. No me preocupa si alguien es virtuoso o no, alguien me puede impresionar con la técnica, y he tenido la suerte de ver a personas impresionantes afuera, por lo tanto si alguien busca eso acá, considero que es un proceso que se está viviendo hasta que llegue un momento, más adelante, donde eso ya va a ser normal, se va a estandarizar y se van a buscar otras cosas, y ahí va a ser cuando se haga un aporte con respecto al nivel musical en Chile. Hay muy buenos músicos acá, entonces se da esta cosa de los grupitos, y los top ten y todo eso. Pero lo encuentro un poco avasallador, un poco agresivo, porque en el fondo cada músico si es capo o no es capo, es un tema secundario al lado de si lo que te está expresando te llega. Cuando una persona conecta, eso es lo que tiene que ser y ya. A mi me encanta el tecnicismo, soy súper rayado con ser pulcro con la técnica, pero eso es como mantenerte en forma nada más.
Me pasa con el Javier Barría. Con todo lo que me gusta el jazz, si me preguntas que artista chileno yo admiro como músico, es Javier Barría, que es un cantautor chileno que no lo conoce nadie, y que debiera ser tanto o más conocido que Spinetta. Yo tengo la suerte de acompañarlo a él, y digo la suerte porque realmente cuando toco sus temas es realmente un placer, y el no tiene ni la mitad de la técnica que tiene el 80% de los guitarristas de jazz. Yo todavía no siento con un solo de algún guitarrista o saxofonista lo que Javier me transmite con lo que canta. Ahora hay personas que me impresionan, tiene que ver con lo que uno anda buscando, si quieres dejarte impresionar o emocionar. Cuando un artista logra hacer las dos cosas, estás a las puertas de ponerte a llorar. Por que es algo que no ocurre siempre.
Hoy por hoy lo único que me preocupa es que directa o indirectamente cuando uno toca debiera reflejar su tiempo, no me preocupa el hecho de sonar moderno o no, porque me he dado cuenta de que cuando uno más quiere sonar moderno, menos moderno suenas. Es como una ley, eso de que mientras más te quieres acercar a algo, más te alejas.

¿Hay algo característico en el jazz chileno, alguna sonoridad propia?
Lo hubo en los años 60, pero se disgregó. Hasta el día de hoy, depende con quien tú hables, depende de lo que analices, vas a definir lo que es el jazz chileno. Yo lo he hablado con gente súper interesante, como Ángel Parra o Valentín Trujillo, y la percepción que tienen es súper distinta pero siempre vas a llegar a lo mismo, independiente de que el género sea de acá o no, el hecho de que yo más rato tenga que ir a tocar jazz, eso va a ser jazz chileno, jamás va a sonar a jazz norteamericano, tendría que hacer un cambio de piel. Desde el aire, la comida, la gente, está en el ADN.
En ese sentido creo que es más importante definir en términos claros, territorialmente, cualquier cosa que se haga en este país, es chileno.
Creo que el jazz chileno es más inocente. Me gustaría que hubiese más diversión, que los que tocamos esta música quisiéramos transmitir eso, pasarlo bien, no ser tan tonto grave, no tan afectado. A veces lo veo agresivo, eso se transmite. He visto cosas súper alegres afuera, que no me parecen agresivas y son mucho más potentes energéticamente.

¿Como te definirías en el trabajo?
Entregado, obsesivo, apasionado. Creo que la palabra apasionado define todo. Me la vivo de día y de noche, despierto y dormido

Respuestas sin pensar:

Un Deseo: Felicidad

Una canción: Woman, de Jhon Lennon

Si pudieras elegir otro instrumento: Piano

Lo mejor de enseñar: Compartir

Que no debe ocurrir en el escenario: No permitirse, reprimirse

Un recuerdo musical sublime: Uno muy especial cuando el Perseguidor era el teatro de arte “Cámara Negra”, hicieron un trabajo con la música de Víctor Jara, con Pedro Rodríguez. Ahí recuerdo haber tenido un momento mágico

Asocia el jazz a un sabor: Chocolate, me encanta pero no me lo puedo comer todo

A un color: Rojo Leer más...

23.11.09

Diplomado de Rock, Metal y Progresivo (2º parte)

* Por Paula Carmona


Hace un par de entradas les contamos sobre la historia de Raúl Venegas Ahora es el turno de Nibaldo Jaure, otro de los alumnos destacados del diplomado de Rock, Metal y Progresivo de Projazz. ¿Por qué es destacado? Porque en el día se viste formal, y por la noche usa uniforme hardrock (dicese jeans ajustado semi-roto, polera negra, zapatillas y guitarra en mano), aunque bien saben que la actitud hace al rockero, y no lo que lleva puesto. Bueno, así como Clark Kent es un ciudadano obediente de día, y Superman cuando le surge la urgencia, así mismo Nibaldo Jaure es ingeniero en informática de día, y rock star desde el atardecer. Pura actitud. La diferencia es que él no nació en Criptón y confiesa que al desayuno no debe faltar su porción de hidróxido de silicato de sodio litio boro con flúor (criptonita) con leche.

Tengo 29 años. Salí del colegio y empecé a estudiar ingeniería en informática y trabajar en la noche. Toco guitarra desde los doce años. Aprendí en el colegio en el taller de música folklórica, en séptimo básico. Empezamos a tocar en vivo de inmediato, en peñas del colegio y festivales folklóricos. Antes de entrar a Projazz esa fue la única educación formal en cuanto a la música.




Desde la enseñanza media en adelante me formé como autodidacta. Yo no tenía conocimientos teóricos, y en ese tiempo sin Internet solo de vez en cuando me conseguía una tablatura. Me pasaba varias horas estudiando, porque siempre he sido perfeccionista.

El rock ha estado en mi vida siempre, crecí en una familia de puros rockeros; mis tíos y mi papá escuchaban el rock de los setenta: Led Zeppelin, Black Sabbath, Pink Floyd, Deep Purple. Mi estilo se caracteriza por esa música, siempre fui apegado a lo clásico, a lo más sucio, de alguna manera. Nunca fui del lado virtuoso del rock, ahora en Projazz recién me estoy acercando a esta música más compleja. El diplomado abarca todo el rock, y me ha ayudado a entenderlo en todas sus formas. Ahora que armamos una banda con compañeros, estoy componiendo y plasmando lo que he adquirido acá.

Antes nunca pensé en estudiar música, quizá fui complaciente en este sentido, pero en el verano, viendo en Internet la página de Rockaxis, encontré una publicidad del diplomado, le dije a mi mujer “que bakan que se esté haciendo esto en chile”, y ella me dijo “¡y!, ¿porqué no estás ahí?”. Ella me incentivó.
Yo trabajo de corbata durante el día, y con eso igual he tenido dramas porque a veces llego atrasado, a veces me he sacado malas notas porque he tenido que faltar. Es que tengo que priorizar por el trabajo pues es lo que me permite pagar el dividendo… por ahora, en algún momento me gustaría dejar el trabajo y dedicarme a tocar y hacer clases.

Todo me ha servido de lo que he aprendido, desde los ramos teóricos a los prácticos, todo. Me gusta que los profes se den el espacio para salirse un poco de la materia y hablarnos de cosas, que pucha que nos sirven, son excelentes como personas y como músicos. Tengo puros elogios para el diplomado. Leer más...

18.11.09

Celebramos la Semana de la Música con variedad de estilos


Mucho Más que Jazz. Para todos los amantes de la música, tanto profesionales, amateurs, y aspirantes esta semana tiene un particular significado. Es por esto que Projazz quiere celebrar como corresponde. Como la idea es que nadie quede fuera, la multiplicidad de estilos será la característica de los eventos que preparamos.

Jazz. Jueves 19

Diego Farías Cuarteto presentará un nuevo trabajo. El guitarrista y compositor se presentará con su grupo en el Auditorio Projazz mostrando material de su disco “Rompecabezas”. El concierto cubrirá composiciones originales y estándares del jazz desde las 19:00.

Pop. Jueves 19

Para los que gustan del Pop y sobre todo de la nueva camada de música chilena, estaremos apoyando la presentación de Camila Moreno y el lanzamiento de su disco “Almismotiempo” en el Teatro Oriente. La estudiante de la carrera de Composición de Projazz ofrece un completo espectáculo que parte a las 21:00 horas del jueves. Camila viene de vivir la experiencia de ser nominada al Grammy Latino.

Funk. Viernes 20


¿Y el funk? Claro que este género tampoco estará ausente. El viernes, siempre en el Auditorio Projazz, será el turno de escuchar a la talentosa Martina Lecaros, quien presenta su reciente placa: “Sintiendo” con temas originales de su autoría. A contar de las 19:00 horas.

Jazz. Viernes 20

La celebración central de Projazz en honor al “Día de la Música” tendrá lugar en el Circus Ok con una Jam de Jazz que protagonizarán nuestros estudiantes y profesores. La jornada comenzará a las 20:00 horas con una muestra de los alumnos de Ensamble de la Carrera de Interprete Instrumental y Vocal, que dirige el Profesor Moncho Romero, para culminar con una Jam entre profesores que invitarán a sus alumnos destacados para compartir musicalmente.

Soul. Viernes 20

El Soul tiene su lugar. Dentro del Ciclo Projazz en el Centro Cultural Amanda, Conni Despouy junto a su banda ofrecerá un poderoso repertorio que recrea a los más famosos de la “Música Negra”.
MPB y Bossa Nova. Sábado 21

Entrando en la recta final del la semana tendremos la presencia de la ex alumna Projazz Dani Benito cantando un repertorio marcado por los ritmos Bossa y MPB en el Café Literario del Parque Bustamante desde las 18:00 horas.

Música Original Latinoamericana COPIU. Sábado 21

Una hora más tarde Projazz Colectivo Los Musicantes, dirigidos por Sebastián Errázuriz, participará en el Festival Permanente de Creación Latinoamericana, que es parte del proyecto GerminaCciones, donde se privilegian obras compuestas por músicos latinoamericanos. La cita es en la sala SCD de Bellavista a contar de las 19:00 horas..

Ryhthm and blues, Soul, Drum and Bass y más. Domingo 22

En la Quinta Región tendremos el cierre de esta especial semana con la presentación de Martina Lecaros. Quien se traslada hasta el Jardín Botánico de Viña del Mar con su mixtura de estilos como el Rhythm and Blues, Soul y Drum and Bass, entre otros. La cantante subirá al escenario a las 16:30 horas.

Todas las actividades son gratuitas, excepto el concierto de Camila Moreno. El Ciclo del Centro Cultural Amanda, tiene entrada liberada para los que lleguen antes de las 00:30 horas


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16.11.09

Camila Moreno lanza su disco

Un nuevo paso en su prometedora carrera cumplirá este jueves la cantante Camila Moreno quien lanzará oficialmente su primer disco “Almismotiempo”. La destacada estudiante de Projazz tiene preparado un completo espectáculo para sorprender a todos los que asistan al Teatro Oriente a partir de las 21:00.



Sin duda será una show muy especial para Camila quien tendrá su debut en escenarios de esta envergadura. Para responder de la mejor manera se ha preocupado de perfeccionar todos los detalles, como por ejemplo los invitados especiales, la proyección de imágenes y la participación de bailarinas.

El concierto tendrá lugar un par de semanas después de la ceremonia de entrega de los Grammy Latinos donde fue nominada en la categoría Mejor Canción Alternativa por su tema “Millones”. Pese a no lograr el premio mayor, el viaje a Miami y la experiencia de la estudiante de Composición son un gran aporte para seguir creciendo como artista.

El lanzamiento de “Almismotiempo” tiene un valor de 5 mil pesos.
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10.11.09

¿Qué hacen cinco guitarristas juntos? = ProDoctoPlop

Este jueves en Auditorio Projazz

Fusión de estilos y búsqueda de nuevos sonidos son características que podrían definir en parte el trabajo de ProDoctopPlop, agrupación dirigida por el músico y ex alumno de Composición del Instituto Profesional Projazz, Dick Stark. El quinteto se presentará este jueves 12 de Noviembre a las 19:00 horas en el Auditorio del Instituto. La gran particularidad de la banda es que está integrada sólo por guitarras, que mediante composiciones originales se proyectan como una novedosa propuesta.

Tal vez se percataron que en la foto aparecen seis personajes, esto se debe a que para ciertas composiciones entra uno y sale otro. Es decir hay relevos tal como sucedería en un afiatado equipo de básquetbol o baby football.

ProDoctoPlop viene tocando desde el año 2006 y es integrado por estudiantes del Instituto Profesional Projazz. Desde esa fecha que vienen componiendo e integrando sonidos provenientes de la música popular, a pesar que por formato podrían clasificarse como grupo de cámara. Pero, más allá de rótulos lo concreto es que - tal como afirma Stark - la gente tendrá la oportunidad de escuchar música original que no encuentra en otra parte y que ofrece interesantes sonidos que mezclan lo clásico con lo popular.


Otro dato relevante es la proyección de ProDoctoPlop que tiene entre sus metas seguir sumando integrantes y convertirse en una numerosa banda que integre a nada más ni nada menos que 25 guitarristas.

Las cuerdas de ProDoctoPlop comenzarán a escucharse a partir de las 19:00 horas del jueves 12 de Noviembre en el Auditorio Projazz de Ramón Carnicer 27, Providencia. Como siempre con entrada liberada.

Para más información sobre ProDoctoPlop: http://www.myspace.com/prodoctoplop

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6.11.09

Taller de Blues. Nunca es tarde para tocar

* Por Paula Carmona

Para los judeocristianos Azul es pureza y virginidad. Azul es el mundo espiritual y sagrado para los mapuches. Azul es inteligencia y conocimiento. Azul es frío. Azul es tristeza y melancolía para los anglosajones, y esto es Blues: canciones azules de negros esclavos del Islam de África, canciones cargadas de trabajo, nostalgia y amor de callejones. Pero sobre todo nostalgia. Saudade. Blues. Palabras que en sí mismas contienen el color del cielo, el color profundo del mar, el color del paraíso perdido. Resonancia de los ancestros. El Blues trasciende las generaciones, como los campos de algodón.



Este género no pasa de moda y gusta a niños y a viejos. Este es el caso de cuatro alumnos de Projazz, todos guitarristas, que se distinguen porque tienen más edad que sus profesores, y se han decidido por el taller de Blues como actividad fundamental entre sus trabajos y sus familias, incluso uno de ellos debe viajar todos los días desde Viña del mar para trabajar en su oficina, y luego hacer de Eric Clapton chileno.

Es especial el hecho de que estos cuatro hombres cercanos a los cincuenta años, son compañeros y amigos en su mundo laboral hace ya un par de años, y conjuntamente, se han propuesto desarrollar este otro lenguaje en común, la música, como amigos y compañeros ahora del taller. Quizá estarán tocando pronto en algún bar, o en reuniones familiares, o a lo mejor solos en sus casas, como algo muy personal. Ya el haberse decidido a estudiar música ha significado un beneficio para sus vidas, pues es tiempo dedicado a ellos mismos, además de haber alegrado a sus hijos, como si el hecho de hacer música sea algo renovador para todos.

Bernardo Márquez, Ángel Sessarego y Guillermo Varas, todos compañeros de trabajo en la Telefónica, más o menos desde el 1991 que trabajan ahí.

“Nosotros no veníamos en blanco a estudiar música –aclara Ángel-, desde jóvenes que tocamos, ahora estamos acá tratando de mejorar la teoría”. Ellos entraron al Taller de Blues teniendo claro que éste sería la base de toda la música que les gusta desde la juventud: la de la época de los setenta, el rock pesado, el grunge rock, y el rock más melódico. “Si somos honestos, nosotros veníamos por jazz, dice Bernardo, en el caso mío, hace un par de años vi Projazz y me bajó la idea de participar, pero lo que pasó hasta a Abril de este año fue que nunca me atreví, y esto resulto a raíz de una conversación con Guillermo (el otro compañero que no está acá hoy), él me dijo que Ángel también estaba interesado y que habláramos con él, y también sabia el caso de Manuel. Conversamos entre los cuatro, y dijimos que sería buena idea, esto se juntó con un aviso que mandó Projazz a la Telefónica haciendo una promoción. Además de las ganas que teníamos escondidas de saber de qué se trata todo esto y venir. Y en la conversación inicial con la chica que nos atendió cuando entramos, ella nos preguntó por qué jazz, por qué no mejor Blues, que nos serviría como base, y ahí cambiamos de jazz a Blues como intención. Después fue un choque enorme cuando nos encontramos con la diferencia de edad entre el profe y nosotros (risas), él nos evaluó”.

Ellos no venían con educación formal, sino con las ganas de escuchar música, y la experiencia de haber tocado en la universidad, como dice Ángel.

“Yo llegué con mi guitarra de palo –recuerda Bernardo-, la que fue ampliamente criticada (risas), y el profe dijo políticamente que sería bueno cambiarla, ahí me compré esta (muestra).”

Desde Abril comenzó el taller y en este tiempo han aprendido técnica y teoría. Las metas para unos son ambiciosa, para otros no tanto, entre las primeras está Ángel que dice que su meta sería tocar al nivel Eric Clapton, “Aunque me tome veinte años, me da lo mismo, todos los días toco en mi casa. Ahora nos estamos poniendo el marco teórico, para saber qué estamos tocando, reconocer lo que es mayor, menor, etc”.

Por su parte Bernardo hace muchos años que no tomaba una guitarra, recuerda que cuando joven era muy guitarrero, pero lo dejó al entrar a la universidad. “Mis hijos me pidieron comprar instrumentos -dice-, y mi guitarra de palo la mantuve hasta ahora (la misma que fue criticada), pero nunca toqué con mis hijos. Fue como un bichito que empezó a crecer el querer hacer música. Hace dos Años pasé por fuera de Projazz y me dije, “eso quiero hacer”, pero nunca me atreví. Por eso para mí esta hora y media a la semana que tenemos, es un recreo súper importante en mi vida, me genera una higiene de mente muy buena, interesante y potente”. Esto es lo que los llena del Taller, y como señala Ángel, poco a poco sin proponértelo, se va mezclando la teoría con la técnica que no tenían, y con la gracia de que están sonando las guitarras, ya no tan feas como eran originalmente. Lo que Bernardo aspiraba al entrar acá era tocar un poco de Blues, y poder decirle a su familia “¿Quieren que les cuente lo que estoy haciendo en el taller?,

Les voy a mostrar”, hoy día efectivamente aparecen esas ambiciones de formar una agrupación, salir a tocar, sin tener la certeza de si va a cuajar o no, pero teniendo el propósito.

Por otro lado está el factor trabajo y familia, pero al parecer todo se complementa para mejor, pues según sus propias palabras, esta actividad les conforta porque les ayuda a “dar la vuelta bien a la semana”, en todos sus aspectos. Y esto se nota cuando Ángel habla con orgullo de su entorno familiar rodeado de música: “El living de mi casa está separado en dos, en una mitad hay una batería, dos teclados, seis guitarras, tres amplificadores, dos mezcladores. Tengo cuatro hijos y todos tocan, estoy una hora y media al día tocando, y siempre está la experiencia de tocar junto a mis hijos algo, media hora o tres cuartos de hora”.

“Tratamos de dedicarle diariamente dos horas a la guitarra, agrega Bernardo, pero encontramos que es poco el tiempo, y con lo que nos exige Marcelo Nieto (el profesor), de pronto no estamos dando lo que debiéramos, tiene que ver con que hay que practicar. Ahora estamos recuperando el tiempo perdido en lo que es la técnica y la teoría.”

La edad no es una limitante para comenzar, cada quien debe atender sus propios procesos y escuchar los tiempos en que deben suceder los acontecimientos. Lo peor que le puede pasar a una persona es llegar a una edad sin curiosidad de cambios, he ahí la vejez de la edad, creo. El propio Bernardo habla de este nuevo paso: “Hace algunos años atrás yo creo que habría sido más estresante tomar esto, sobre todo por los niños porque demandan tu atención, así que esta bien haberlo hecho ahora. En mi casa se sorprendieron cuando se enteraron de que estudiaría música, fue como un descubrimiento el que me vieran a mi tomando el instrumento, y ver que sí me gusta la música y que sí estoy tocando. Me hacen preguntas de cómo me va… mi hijo mayor me dice que le traspase lo que me han enseñado. Siento que antes había una distancia enorme entre la música que escuchaban y tocaban y la que yo escucho, pero con el tiempo me parece que las distancias se acortaron. Hay momentos en que pareciera que los gustos son muy distantes, pero para mí ha significado redescubrir que hay música transversal, que perdura en el tiempo. Cuando fui al concierto de Santana en Viña del Mar me sorprendí de la cantidad de niños chicos con sus papás todos disfrutando, cantando las canciones.” Creo y agrego que detrás de la música donde hay un trabajo genuino, una búsqueda honesta, sea desde el lugar creativo y/o emocional que sea, cuando ha habido una construcción del mundo sonoro que proviene desde el propio mundo interior, es música que traspasa generaciones, o al menos así lo percibo yo desde la historia.

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2.11.09

Projazz Big Band inicia tour (Fechas Actualizadas)

Visitarán Maipú, Ñuñoa, Santiago y El Bosque.

Durante la primera y segunda semana de Noviembre, la Projazz Big Band, girará por diferentes puntos del Santiago urbano presentando el singular repertorio de los reconocidos músicos Pat Metheney y Lyle Myls adaptado para Big Band.
Los arreglos orquestales pertenecen a Bob Curnow, discípulo del maestro Stan Kenton, pionero en llevar al formato Big Band obras de diversos creadores, quien anunció innovaciones para la música moderna creando agrupaciones como “Artristy in Rhythm”!, “Progresive Jazz” y la “Neophonic Orchestra”

La banda, compuesta por alumnos de la carrera de Intérprete del Instituto Profesional Projazz, es dirigida por el destacado Gerhard Mornhinweg, fundador de la Conchalí Big Band, (quien acaba de recibir la Distinción Cultural 2009 en la categoría Música del Instituto Chileno Norteamericano). Como director invitado estará Carl Hammond, Profesor norteamericano de dilatada trayectoria.

Fechas:
Martes 3 Plaza de Maipú 20:00. Gratis.
Jueves 5 Teatro Municipal de Ñuñoa 20:00. Gratis.
Sábado 7 Club de Jazz. 22:00. $4.000 general y $2500 estudiantes.
Miércoles 11 (originalmente era el Miércoles 4) Casa de La Cultura de El Bosque 20:00. Gratis.
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